Hace poco relativamente, Illie de la Cámara de Comercio de Fuerteventura, me avisa que habían estudiado mis logros y resuelto que podía ser un caso de éxito.
Como empresa.
¡Qué bien me hizo sentir!
Sobre todo, porque estuvieron acompañándome, él y Amanda, con todo el proceso que tardó más de un año, desde la idea hasta poder llevarlo a cabo.
Un día, me dice Pablo, mi marido:
- Hay una subvención de la Cámara de Comercio para internacionalizar la empresa.
Él siempre está atento a estas cosas. Es un hemisferio izquierdo básicamente, con parte creativa y emocional del otro hemisferio.
Y le dije: ¿y qué voy a internacionalizar yo?
El dijo: por qué no traduces el libro de ejercicios y te vas a Estados Unidos a llevarlo.
Sí. Has imaginado bien mi cara.
Esto que entró en una sola frase, eran dos acciones tan gigantes, de esas que ojalá ocurrieran así mismo. En el mismo minuto.
Fui a la Cámara con mi lista de preguntas, una y otra y otras tantas veces hasta que iba dando pasos.
Encontrar quién hiciera la traducción. Aunque cada paso lo trato de sentir así que me dejé guiar por la intuición.
Hasta que una amiga, (porque siempre voy hablando abiertamente de esto como si todo el mundo jugara a este juego conmigo), Carolina Ariza, me dice:
- Mariela Dibua es traductora.
No nos vemos desde hace casi 20 años o más. Pero en el instante, lo vi.
Contactamos, nos pusimos al día y tardamos casi un año en la traducción. He aprendido tanto en ese proceso sobre los hemisferios y los idiomas, como para una nota aparte. Bueno, ya vendrá el libro.
Cuando estuvo listo, llamé a Estados Unidos a Kyle Mengelkamp. De Stroke of Genius.
- ¡Ya tengo el libro traducido!
- ¿Cuándo quieres que vaya?
Kyle: ¿Qué? ¿Vas a venir tú aquí?
- Sí. Dime cuándo.
Y ellos celebraban un evento el 22 de mayo. The Brain Bar. Un salón, donde se reúnen personas para compartir cosas que puedan servirles a todos. Organizado junto a Jess Brain, En este caso. Fuimos 4 ponentes. Tenía 10 minutos. Usé dos o tres para explicar los principales beneficios y el resto para hacer ejercicios con las personas. Al final vendí 4 libros. El primero a un profesor que lo iba a trabajar con sus alumnos.
Viajé un miércoles y el domingo fue el evento, y regresé el siguiente miércoles.
Una semana que existió y menos mal que la grabaron porque aún parece un sueño.
Aunque no pude ver en persona a la doctora Jill Bolte Taylor, porque esos días no estaba cerca.
Es perfecto. Así tengo ganas de volver.
Y hablo inglés lo justo, pero en esos días mi cerebro me dio lo que necesitaba. Sin más.
Tantos años pensando que alguien como yo, no tendría nada que hacer en un sitio donde se habla inglés. Estaba equivocada.
Gracias seguiré dando a la Cámara de Comercio, a la cual no me acercaba tiempo antes porque consideraba que era muy complicado para mí. Eso es para un hemisferio izquierdo. Pensé durante años. Gracias Amanda y gracias Illie.
Porque ustedes que están allí para guiarnos, la verdad es que tienen mucho mérito. También entendí que la Cámara ayuda mucho más a personas de hemisferio derecho como el mío. Los de hemisferio izquierdo casi no necesitan ayuda, en estos menesteres. También estaba equivocada.
Y sí, al final sí que había algo con lo que internacionalizar la empresa. Un cuaderno de ejercicios para entrenar los hemisferios cerebrales, con el que soy pionera en el mundo.
Hay neurobic, neurofisioterapia, neurofeedback, pero los ejercicios de itrazos contienen parte de mi esencia. El dibujo, la línea de trazo a lápiz, sencillamente. Como la música que funciona por sí misma, el dibujo también. Sólo que mi mano izquierda ha jugado un papel que antes no se ha demostrado de esta manera.
Hoy desde noviembre de 2014, ya tiene mi cerebro un proceso de entrenamiento de casi 10 años, desde lo que me ha mostrado mi mano izquierda, siendo diestra, movilizando mi hemisferio derecho. Al cual, celebro y doy gracias.
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