Hace años en el centro de mayores, ella siempre estuvo en la clase de pintura desde que recuerdo. Cuando empezamos el programa de hemisferios, empezó más tarde que las demás, porque estaba de viaje. Al incorporarse, su ritmo era otro. Fui a su paso. Como siempre tuvo el hombro derecho con muy poco movimiento, era de mucho beneficio que trabajara su mano izquierda. Con la derecha no podía casi nada.
Hoy que ya no estamos en el centro de mayores, la clase es diferente. Ella y yo. Prefiere pintura a hacer aquellos ejercicios. Está ya cansada.
Pintando un cuadro muy grande, porque lo quiere para el salón de casa de su hija. Pinta de pie en un caballete.
Mientras pinta, como las superficies son tan grandes con un mismo tono, ella conversa y conversa, contando, recordando, hablando durante el rato que pinta.
Y como su cuadro es enorme y pinta un poco y debe sentarse, hoy hicimos media hora de pintura y luego nos pusimos a dibujar sobre la mesa. Para poder apoyar los brazos.
Le propuse hacer un dibujo dirigido. Un mandala dirigido. Ella en su hoja, yo en la mía, y le voy guiando. Los trazos que hago, ella los copia.

Empieza a dibujar con su mano derecha. Y como va bien y se va concentrando en el dibujo, sin hablar casi, le pido que siga en la siguiente parte del dibujo, con la otra mano.
Y así sin más, lo hizo.
Dibuja en el lado derecho con la derecha y en el otro, con la izquierda.
Lleva unos 2 años que no hace los ejercicios de itrazos, pero su mano lo recuerda. Aunque ahora hay más cansancio.
Va observando sus líneas y va comentando cómo le va saliendo de bien y le sorprende. Aunque va viendo también que alguna línea del mandala, no le queda como ella quisiera.
Ahora, su mente ya no está en sus recuerdos ni en el día. Está en su dibujo!
Mientras, también estamos escuchando música, unos temas compuestos por un amigo de Argentina, Juan Carlos Pesci. El sonido de su música la uso mucho en algunos ejercicios.
Le digo que escriba su nombre y la fecha de hoy en la hoja, y veo que su letra es muy bonita.
Entonces, le pido que me escriba algo. Unas pocas líneas.
Y qué escribo, dice ella ! Hace años que no lo hago y “las palabras tienen muchas letras, no sé si recuerdo cómo van”.

Le ayudo a armar las ideas. Frases cortas, sobre cómo le fue saliendo la mañana. Ella es mujer de pocas palabras escribiendo. Ya ves que no lleva gafas. Y siempre está observando cómo le sale la letra.
Ojalá se anime a escribir algunas palabras más. Un día de estos.
Ojalá yo siga escribiendo con los años.
Tú escribes a mano?
Dori continúa tu trabajo y cada día verás mas logros.
Un fuerte abrazo
Sigo por estas experiencias. Cuando están esos ratitos en que sólo estás al lado de gente que va avanzando. Aunque sea un solo paso.
Gracias Carmen.
Felicitaciones a mi madre un beso t amo mama
Tu madre nos enseña. Espero poder acompañar y adaptarme a lo que va necesitando y cambiando. Gracias Mariluz.